CRÓNICAS DE RÍ
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¡Saquen al Flaco, se les va a morir¡ gritaba eufórico Panchito Campos en aquel insípido encuentro de futbol, grito que arrancó las carcajadas de más de una veintena de los ahí presentes, sin embargo al aludido no le hizo gracia la mal intencionada acción y con pasos torpes y cansados se dirigió al gritón a quien entre bocanadas de aire encaró, “mira aaah, aaah, pinche Francisco, mejor, me…jor, cállate cabrón, tú me gritas por pura envidia porque estamos igual de viejos y yo todavía jueg…nada, nada, flaco, juegan contigo, le replicaba Panchillo; tal escena provocó que incluso el árbitro detuviera el juego y no por la indisciplina del Flaco Farfán, sino por la chusca escena, vas a jugar o no, preguntó el silbante, entonces el flaco solo se limitó a bajar la mirada mientras con su mano derecha pedía su obligada salida, ya vez Farfán te hice un parote, ya no puedes ni caminar, le repetía el otro ancestro; a punto estaba de iniciar otra discusión entre ambos fósiles, cuando el Panterita (hijo de Farfán), se acercó a su progenitor con el salbutamol (inhalador para asma) para quienes no saben que es…un pedialite y una lata de ensure, ten apá, chigatelos de volada, porque esos cabrones de la Santa Cruz ya me están poniendo nervioso, como vez? Cada que entras a jugar me regalan tarjetas de la funeraria y hasta me están chingue y chingue con sus disque planes de financiamiento…si mijo, respondió Panchillo, yo tengo un chingo de esas, pero ya ni caso les hago, pinches zopilotes, remató el chistoso. Después del comentario el silencio fue absoluto, ambos ancianos cruzaron miradas, suspiraron, sonrieron y con una mutua palmada en la espalda se dispusieron a observar lo que restaba del encuentro de futbol que en ese momento se desarrollaba.
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