- Cada comunidad, rinde culto a sus seres queridos.
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Zacán (Los Reyes), Michoacán, 3 de noviembre de 2024.- Los panteones de esta región de la meseta purhépecha, zona lacustre y cañada de los once pueblos, viven, rinden culto, recuerdan y festejan a sus fieles difuntos, a quienes se han ido de este mundo, a sus seeres queridos. Cada una de las comunidades originarias, tiene su misticismo.
Aquí, en el epicentro de la cultura purhépecha, no es la excepción. La noche del uno de noviembre, se han preparado los nacatamales, que habrán de repartir a la llegada de Los Soldaditos, en aquellas casas donde han hecho altar a los difuntos más recientes.
Este año, fueron seis los altares. Cuatro de personas mayores, muy respetables y dos, son chavos. Empezaré a nombrarlos, de la mayor edad; Epifanio Huendo Piña, Albertina Navarro, Consuelo Alfaro y Celsa Campos Ortiz.
Los más jóvenes, Raúl Méndez Medina (chivo) y Víctor Campos Méndez (pollo).
Antes del recorrido a cada una de estas casas donde hubo altares, Los Soldaditos, que son los que acompañan a las ánimas, se concentran en la cancha de basquetbol de la plaza del pueblo, la banda de música Zacanense, acompaña y se queman varios toritos con luces y buscapiés.
La multitud disfruta el momento. ¡Cuéntensen! Y se forman Los Soldaditos en línea, deben de ser doce, con sus respectivas cañas en la mano a manera de fusil; los encabezan Celedonio Oseguera, Agustín Alfaro e Indalecio Morales. Esta ocasión no estuvo Lucio Huendo por obvias razones, recibía a los visitantes en el altar de su papá Epifanio.
El día 2, desde temprana hora, la visita al panteón del pueblo, limpiar la tumba del ser querido, para colocar coronas y flores; la misa que se oficia en el lugar, la repartición de la fruta que se concentró en los altares, cientos de personas, donde se saludan parientes, amigos vecinos y paisanos.
También se reparte comida diversa y claro, por ser Zacán un pueblo de grandes músicos y compositores, no podía faltar la música junto a su tumba, pero también en muchas más. Se la rifan Chamé y Luis Ramos, como dueto; también Vaquero y su grupo Montana. Lucio, con una banda de viento de Pomacuarán.
Aquello es una gran fiesta en el camposanto, la algarabía, el convivio, los buenos recuerdos con amigos y compañeros de la infancia, de la universidad o del trabajo. Las tumbas lucen como un gran arcoíris de flores y coronas. Todos, recordamos a nuestros familiares que se han adelantado.
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