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“Se trata del asesinato de una persona que levantó la voz por los sin voz, Bernardo estuvo luchando para que Apatzingán progresara, para que el precio del limón subiera, para que el crimen organizado no nos esté oprimiendo como lo hace”. Dijo uno de los dos sacerdotes que oficiaron la misma de cuerpo presente del presidente del gremio limonero en esta zona de la Tierra Caliente de Michoacán, asesinado esta mañana.
Desde las 16:00 horas, hombres y mujeres empezaron a llegar a la Catedral, querían despedir a ese luchador social como lo era Bernardo; la misma estaba programada a las 5 de la tarde, pero sólo se recorrió una hora, en punto de las 18:00 horas, el sacerdote “Beto”, salió a recibir el cuerpo, ya una multitud lo escoltaba.
El padre de la diócesis de esta ciudad de Apatzingán agregó:
“Desgraciadamente aquí hay mucha gente traicionera, y esa gente traicionera no solamente es de la gente buena, es de todos nosotros, espero que la muerte de Bernardo no quede como un recuerdo, sino que continuemos nosotros con lo que él comenzó, y así como decía el padre Beto, es una semilla sembrada en la tierra, una semilla que quede en el corazón de todos nosotros, una persona que nos enseña a ser mejores y no cobardes, y una cosa que le admiré a Bernardo, su valentía”.
El líder de los citricultores murió por no quedarse callado, murió por un mejor Apatzingán, refirió el sacerdote.
Finalmente reconoció que Apatzingán cada día está peor.
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