- Dos más corrieron la misma suerte en el 22 y uno en el 2024
- Producto de la inseguridad que ha imperado en el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla
agenciaesquema.com
Michoacán, México, 16 de diciembre del 2025.- Cuatro alcaldes perdieron la vida en este 2025, producto de la inseguridad que desde el primer día de la administración de Alfredo Ramírez Bedolla ha imperado.
Dos presidentes más cayeron también abatidos a tiros durante el 2022 y uno en el 2024, lo que representa siete ediles en total, en cuatro años del mal gobierno morenista.
El 5 de febrero del 2022 familiares de Enrique Velázquez Orozco, alcalde de Contepec, reportaron su desaparición; había sido “levantado” por el crimen organizado, cuyo cuerpo apareció dos días después en un predio en la localidad de El Jacal.
Un mes después, el 10 de marzo del mismo 2022 para ser exactos, César Arturo Valencia Caballero, presidente municipal de Aguililla, regresaba a su casa para reunirse con su familia, cuando fue arteramente asesinado. Apenas unas horas antes se había reunido con funcionarios federales.
Dos años más tarde, Yolanda Sánchez Figueroa, presidenta municipal de Cotija, sería muerta a tiros, el 3 de junio del 2024 para ser exactos, cuando se dirigía a un gimnasio en su propia comunidad.
Ya en este 2025, el 30 de marzo, en los momentos en que cenaba en la taquería El Infierno, sucursal Monumento a Lázaro Cárdenas, el alcalde Guillermo Torres Rojas, fue sorprendido al parecer por un solitario sujeto que sin piedad y a quemarropa le disparó toda la carga de su pistola, aunque fue trasladado de emergencia a un hospital, no sobrevivió.
Posteriormente, el 6 de junio también de este 2025, fue privado de la vida a balazos el edil de Tacámbaro, Salvador Bastida y su escolta, pero, unos días después, es decir, el 17 del mismo mes y año, casi al llegar a su casa, le quitarían la vida a balazos a la alcaldesa de Tepalcatepec, Martha Laura Mendoza.
Sin embargo, el acabose, cuando el pueblo de Michoacán enfureció y le prometió un voto de castigo al partido en el poder, fue el 1 de noviembre de este 2025, toda vez que había caído abatido a tiros Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, en quien las familias confiaban en que ahora sí, tendrían un Luis Donaldo Colosio como gobernador y porque no, como presidente de la República, pero a alguien de la política le estorbaba.
Al quitarlo del mapa, el camino quedaría limpio para los ambiciosos proyectos de más de tres, a quienes su avaricia por el poder los ha llevado más allá de querer servir a su pueblo.
Y por si fuera poco, mataron al líder limonero de Apatzingán, Bernardo Bravo y a mucha gente más, por ello, es que seguramente el voto de castigo se verá reflejado en las urnas en el 2027, por lo pronto, los políticos ya andan en campaña tirando a la basura el dinero del pueblo.