Óscar Tapia Campos
agenciaesquema.com
Morelia, Michoacán, 18 de noviembre de 2023.- ¡Se acabó! Y de la peor manera. Ni las manos metió. Nada funcionó. Ni adentro, ni afuera. Los Canarios están justamente eliminados y, Leones Negros, sin esforzarse, sin jugar bien y fallando a raudales está en Semifinales. No, no es que el conjunto melenudo haya sido superior, es que el Atlético Morelia no jugó. De suyo, le salió barato el 2-0 del partido de Vuelta (3-2 global), debió ser de por lo menos cuatro goles más, pero tampoco el conjunto universitario fue brillante, no puede serlo quien tiene 7 de gol y falla 4, incluido un penal.
Ni cómo hacerle. El Morelia no fue ni la sombra de lo que había sido. Islas no intentó una, Illescas condujo siempre de más, Flores no se hizo notar, Ibarra perdió la brújula, Torres tocaba y tocaba sin claridad, Cardona intentaba a destiempo, Cedillo inconsistente, Trejo muy desconcentrado, García se iba al ataque y siempre se complicaba por no ceder, Milke desorientado y, Sosa, acelerado, nunca infundió calma, jamás pesó su experiencia, solo paró un penal.
Pepe Muñoz respetó en demasía las jerarquías de su equipo, no hizo los cambios necesarios al término del primer tiempo. Illescas era una nulidad e Islas estaba desaparecido. Necesitaba un revulsivo su equipo, no se dio. Leones Negros jugaba a placer, era dueño de todo y se daba el lujo de fallar jugadas claras de gol, no tenía rival en frente, iba en caballo de hacienda.
Los goles llegaron de la manera más simple, una acometida por la derecha sin oposición al frente, un centro al corazón del área, donde los centrales estaban de adorno y, Fierro, de palomita para el 1-0 (24’) que daba el empate en el global con lo que ya calificaba Leones Negros. Un minuto después Edson Torres recibe en tres cuartos, se lanzó sin oposición porque Milke fue dama de compañía y sobre la salida de Sosa cambió a su derecha para el 2-0.
Atlético Morelia no reaccionó, antes bien se hundió en el ostracismo, perdió el alma, el espíritu, la mentalidad, la potencia, la ambición y… todo. Leones Negros no se esforzaba, pero encontraba avenidas a la portería. Se veía necesaria la transformación, pero Pepe Muñoz seguía sin hacer los cambios, el tiempo corría y aquello se ternaba soso, insulso, parsimonioso. Fierro falló solo frente al marco (59’), después, erraron más compañeros suyos tres, cuatro ocasiones más. No, Leones tampoco jugaba bien, pero no necesitaba hacerlo.
Cuando finalmente Pepe Muñoz mandó a Tecpanecatl por Mario Trejo (53’) se pensó que algo cambiaría, pero no. Después. Fue Poncho Sosa quien le movió más a su equipo al dar ingreso a Mota por García y a Mota en lugar de Rábago (61’). Fue hasta el 70’ que Muñoz mandó a la Cobra Mendoza a suplir a Javier Ibarra, pero nada. No, no había revulsivo. El técnico de UdeG, pensaba ya en semifinales y mandó a descansar a otros dos hombres. Sosa paró un penal al 77’.
Atlético Morelia siguió con su juego insulso, sin penetración, de mucho toque sin avance. Sería hasta el minuto 81’ que Pepe Muñoz mandaría a Uchuári, Galván y Pedroza por Milke, Islas e Illescas. El equipo se vio más dinámico, tuvo algunos esbozos, pero ya era tarde, muy tarde. Ahora sí el Atlético Morelia se murió de nada y Leones Negros calificó con poco. Así sea.
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