Alberto Linero
Martes 27 de mayo de 2025.- Oramos, meditamos, leemos sobre bienestar, vamos a la iglesia, buscamos paz, pero a veces sin soltar lo que nos destruye. Queremos serenidad sin cambiar hábitos, queremos luz sin alejarnos de lo que nos oscurece. Pero la espiritualidad auténtica no es solo lo que hacemos, sino lo que nos transforma. Si la fe se queda en palabras bonitas, si la meditación es solo un momento de escape, si la oración no nos mueve a vivir distinto, entonces, ¿de qué nos sirve? La espiritualidad no es una tendencia ni un ritual vacío; es un proceso profundo que nos invita a soltar lo que ya no nos hace bien, a cambiar lo que nos aleja de la paz que buscamos.
La pregunta es: ¿estamos permitiendo que nuestra espiritualidad nos transforme o solo la usamos para calmar momentáneamente nuestra ansiedad? No se trata de hacer más cosas, sino de hacerlas con verdad. De llevar la oración a la vida, de vivir lo que creemos, de permitir que la fe nos convierta en personas más plenas y auténticas. Hoy es un buen día para preguntarnos: ¿esto que practico me está cambiando o solo me distrae? Porque la espiritualidad real no se mide por cuánto hacemos, sino por cuánto nos transforma. Claro es que la fe es vida compartida desde los valores del Reino. No simplemente orar, sino vivir en la vida diaria lo que allí se reza. Es coherencia entre la vida y la fe.
ORO POR TI
Padre Dios, ayúdanos a vivir nuestra espiritualidad con verdad, a dejar que transforme nuestra vida y no solo nuestra rutina. Amén.
TAREA DEL DÍA
¿Oras por costumbre o por ser mejor persona?
Deja un comentario