Por Martha Elba Torres Martínez
agenciaesquema.com
De entrada, una disculpa sincera por esta ausencia involuntaria de un mes a causa de una cirugía no prevista.
Pero aquí estoy; estamos -16 millones de electores- digiriendo lo que pasó el domingo 2 de junio que por abrumadora mayoría de votantes y abstencionistas decidieron que México diera un salto pa´ tras de más de medio siglo y restituir el régimen de partido único que por 70 años impuso el Revolucionario Institucional.
Si. Ese PRI que el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, describiera en 1990 como la “dictadura perfecta”: un único partido -con sus rémoras, claro- que con todo el poder del Estado, siempre ganaba elecciones. Diez años después, se congratuló de la primera alternancia -Vicente Fox/2000-, y en 2019, en una visita a nuestro país, predijo que con gobierno de Andrés Manuel López Obrador podríamos regresar a esa etapa.
«México comenzaba a salir de esa ‘dictadura perfecta’, que al final no era tan perfecta, era bastante imperfecta para las mexicanas y mexicanos, y me temo muchísimo que el populismo que parece realmente la ideología del actual presidente de México, nos conduzca otra vez a la ‘dictadura perfecta'», declaró el escritor en una conferencia en el Museo de Memoria y Tolerancia, de la Ciudad de México. No se equivocó.
México despertó el lunes 3 de junio en su total cotidianidad. Seguimos respirando el mismo aire -en la CDMX más contaminado-; agobiados por esta onda de calor y los incendios; sin agua, al grado que hay tope a compra de garrafones y no hay hielo en los Oxxos. El nocaut de la 4 no salvó a los sufragantes de la chinga del trabajo y la escuela; de las vueltas a las clínicas para surtir medicamentos y de los precios cada vez más altos. Todo sigue igual que los últimos seis años.
Otra vez, el crimen organizado se portó bien, aportó votos al triunfo de la 4 y sigue en lo suyo: el cobro de piso, secuestro y ejecuciones -promedio 80 por día-; el fin de semana de elecciones, 260 asesinatos. Las balas de los criminales cobraron la vida de 34 candidatos, la mayoría de Morena, y solo Xóchitl Gálvez se acuerda de ellos.
No se percibe aun, pero regresamos el unipartidismo como el que ejerció el viejo PRI; un sistema de partidos políticos en el que solo uno ejerce el predominio absoluto sobre la vida de un país, marginando al resto; el liderazgo esta a cargo de un solo hombre que es el presidente. Son los casos de China, Rusia, Corea del Norte, Cuba y Vietnam, o como Nicaragua y Venezuela. Pronto México aparecerá en esta lista disponible en la Wiki, pero con sus propias carácterísticas…
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