El ser luminoso que habita en ti hoy.

martes 29 de julio de 2025

Tal vez al cerrar los ojos, regreses a los aromas de tu infancia: la casa que te vio crecer, las risas compartidas con tus hermanos, el abrazo de tus padres, los gestos cotidianos que tejieron tu primer universo.
Los fines de semana llenos de juegos, las vacaciones que parecían eternas, los descubrimientos que marcaron tu corazón curioso.

Recuerdas también la escuela, los pupitres rayados, los amigos que fueron espejos y maestros, los deportes, los sueños que empezaban a tomar forma.
Cada etapa, cada rostro, cada emoción vivida fue una pincelada en el lienzo de tu historia.

Has transitado caminos laborales, desafíos profesionales, momentos de incertidumbre y logros que te hicieron sentir capaz.
Quizás hubo giros inesperados, decisiones valientes, rupturas que dolieron y encuentros que te devolvieron la fe.

Amaste, te separaste, te ilusionaste, te rompieron el corazón… y sin embargo, cada experiencia dejó una semilla que hoy florece en tu alma.
Celebraste nacimientos, despediste a seres amados, y aprendiste que el amor no muere: se transforma en presencia silenciosa que te acompaña.

Todo lo que has vivido no solo te ha traído hasta aquí: te ha formado, te ha elevado, te ha revelado.
No hay espacio para la culpa ni para el lamento. En cada momento hiciste lo mejor que podías con lo que sabías, con lo que sentías, con lo que eras.

Y aunque algunas vivencias quisiéramos que duraran para siempre, su belleza reside en que fueron únicas.
Agradece haber sido parte de ellas. Porque si algo tan hermoso sucedió una vez, puede volver a suceder.
Hoy eres más sabio, más sensible, más tú. Y eso te da el poder de crear nuevas memorias aún más profundas.

Bendecido martes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *