Alberto Linero
Miércoles 29 de octubre de 2025
¿Sabes cuál es una gran estrategia de vida? Hacer el bien. Así, sin tanta vuelta. Sin plan maestro. Sin fórmula perfecta. Sin ponerle moño. Sin pedir permiso. Hacer el bien sin excusa, sin anuncio, sin esperar respuesta. Hacer el bien como quien recuerda que está vivo. Y no me refiero a algo solemne, hablo del bien que se cuela en lo cotidiano, el que recoge una taza sin que se lo pidan, el que manda un mensaje solo para decir: «pensé en ti», el que escucha sin apuro, el que pasa por la vida dejando alivio, aunque sea pequeño. Ese tipo de bien, el que acompaña sin preguntar, el que deja un chocolate escondido, el que acomoda la cobija a quien ya se quedó dormido.
Si bien nos son actos heroicos, tampoco son pequeños, son gestos que te conectan con lo que eres. No temas el hacer el bien como si fuera una tarea, míralo como una forma de transitar la vida. Hay días en los que no entiendes nada, sin embargo, puedes hacer algo bueno: un gesto, una palabra, una mirada. Y cuando lo haces, algo en ti se ordena, se enciende, se acomoda. Hoy puedes hacer eso, nada complicado, nada adornado, algo que no se ve mucho, pero que pesa en el alma. Dios ve ese bien silencioso, lo celebra, lo bendice.
ORO POR TI
Padre Dios, bendice a quien hoy elige la bondad sin explicación. Que cada pequeño gesto suyo tenga el eco de su alegría en el alma. Amén.
TAREA DEL DÍA
Haz algo bueno hoy sin anunciarlo. Ligero y simple.









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