Alberto Linero
Martes 21 de octubre de 2025.- ¿Te ha pasado que a tu alrededor muchos dicen «yo jamás»?: «Jamás perdonaría eso. Jamás volvería a confiar. Jamás me arriesgaría otra vez. Jamás me acercaría» Y tú sientes una voz diferente: «yo sí». Y ese «yo sí», aunque parezca pequeño, aunque apenas lo digas en voz baja, lo cambia todo. Decir «yo sí» cuando todos dicen «yo jamás» puede ser visto como llevar la contraria por orgullo, pero si lo haces desde tus convicciones nunca será rebeldía vacía. Es un acto profundamente humano y consciente, es salirte del guion que muchos repiten sin revisar; es preguntarte con honestidad: ¿de verdad quiero seguir repitiendo esto? Porque muchos jamases nacen del miedo, de heridas, de rigideces que fueron defensas.
El «yo sí» no juzga eso, pero tampoco se queda ahí, se atreve a mirar más lejos, se atreve a acercarse con ternura, a perdonar, a arriesgarse, a confiar otra vez. Y sí, el «yo sí perdonaría, yo sí confiaré otra vez, yo sí amaré otra vez» también duele, porque te obliga a moverte hacia lo que no dominas. Pero ahí también está su fuerza, porque en ese salto —aunque no lo sepas— algo se libera, algo se abre, algo empieza a sanar. Dios te creó para decidir, para sentir, para responder desde lo más profundo. Y si lo que sientes dentro es un sí, aunque los demás digan que no, entonces quizá es por ahí. Hoy puede ser el día en que tu «yo sí» abra un camino que parecía cerrado. Y ese pequeño acto de valentía puede cambiarte por dentro.
ORO POR TI
Padre Dios, fortalece el corazón de esta persona que hoy está decidiendo decir que sí. Que no le falten ternura ni valentía ni luz. Amén.
TAREA DEL DÍA
No evites, ama en libertad.
Comenta esta publicación post