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Pátzcuaro, Michoacán.- Frente a la emblemática plaza que lleva el mismo nombre, se encuentra uno de los espacios más representativos de la ciudad: la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra.
Este recinto no solo resguarda libros y documentos, sino que también es un testimonio arquitectónico e histórico del paso del tiempo. Su sede, el antiguo Templo de San Agustín, fue construido en 1576 como parte de un convento fundado por Fray Alonso de la Veracruz y Fray Juan Medina Rincón. Tras las Leyes de Reforma, el inmueble dejó de ser de uso religioso y, décadas más tarde, se transformó en biblioteca por iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas, abriendo sus puertas en 1938.
Uno de los principales atractivos del lugar es el mural monumental creado por Juan O’Gorman entre 1941 y 1942. La obra, de 14 metros de alto por 12.7 de ancho, narra de forma visual la historia de Michoacán: desde las raíces purépechas, pasando por la conquista española y hasta la época colonial. El mural fue financiado por el empresario estadounidense Edgar J. Kaufman, quien permitió a O’Gorman elegir el lugar para plasmar esta pieza, optando por el mágico entorno de Pátzcuaro.
La biblioteca ofrece servicios de sala de lectura, área infantil, aula digital y equipo de cómputo, en un ambiente que invita tanto al estudio como a la contemplación artística.
Si visitas Pátzcuaro, no puedes dejar de entrar a este recinto. La Biblioteca Gertrudis Bocanegra es mucho más que un lugar para leer: es una ventana abierta a la historia, el arte y la identidad de Michoacán.
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