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¡Denle espacio para que respire! gritaba desesperado el flaco Farfán mientras trataba de reanimar al desfallecido panchito campos que yacía en el área chica de su propia portería, “yo ni toque el viejillo” decía el portero mientras explicaba que solo vio como Panchillo pasaba de amarillo a verde hasta finalmente caer al césped, la preocupación entre los jugadores era más que evidente, mientras quienes solo estaban como espectadores hacían comentarios hirientes de la desgracia del longevo jugador, ¡es terco el cabrón viejo, ya no puede ni caminar, pero ahí esta! comentaba una aficionada, ¡llamen a la Santacruz! bromeaba otro compañero que recibía la reprochable mirada de Carlos Cervantes quien a su vez soportaba el reclamo de su acompañante que al oído le murmuraba “sigue tragando como puerco y vas a terminar igual cabron”. Finalmente, el desfallecido Panchillo soltó un leve gas estomacal que hizo que quienes lo rodeaban se alejaran., poco a poco el inconsciente jugador empezó a mover sus momificadas extremidades mientras buscaba afanosamente sus lentes. Que paso? Ha siii, faaul, penalty, tarjeta roja, ya ganamos? gritaba y preguntaba sin razón ante la atónita mirada de sus compañeros de equipo que apenados lo acompañaron fuera del campo, y es que panchito no supo y aún ignora que su desmayo es sólo la factura que le cobra el paso de los años… de esos casi 80 años en los que según sus propias palabras aún mantiene viva la esperanza de jugar tan solo una vez más, ignorando que cada vez que lo intenta juega…pero con su vida.
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