* Desatinos y bandazos de la Rectora Yarabí Ávila González
agenciaesquema.com
Morelia, Michoacán.-14 de julio del 2023.-Es claro que a la Rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Yarabí Ávila González le preocupa la inseguridad que se vive en las instituciones educativas de la máxima casa de estudios, tan es así, que tiene que intervenir el Ejército Mexicano, ilegalmente pero interviene.
El consumo y venta de drogas en las escuelas preparatorias y en la misma Universidad es una realidad, los jóvenes ven con naturalidad este tipo de ilícitas actividades, hoy en día, no hay programas en la Universidad Michoacana que, alerten a los consumidores que cada día son más los “enganchados” por los distribuidores.
No sólo eso aqueja y preocupa a la titular Yarabí Ávila González, sino que también los robos son el pan de cada día, tanto de bicicletas como de motocicletas, pero, ¿y la seguridad?, ¿y los perros? Que según detectan todo lo ilegal al interior?.
Para la Rectora lo más importante es seguir obedeciendo las órdenes del Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. Yarabí se tomó muy en serio la indicación de su ex jefe y en franco procuro del deleite del Ejecutivo, el 23 de abril de este año, la funcionaria dio a conocer que se analizaba la posibilidad de contar con los servicios de la Policía Auxiliar para “cuidar” las instalaciones de la Máxima Casa de Estudios.
Si, efectivamente, que todo quede en familia, el dinero hay que girarlo, que pase a las arcas del Gobierno del Estado a través de la Policía Auxiliar.
Sus declaraciones además de mostrar la docilidad y complacencia de la Rectora-como si se tratara de una funcionaria más del gabinete gubernamental- cumplieron su propósito: fueron bien recibidas por Alfredo Ramírez Bedolla quien acusó recibo.
Las pretendidas justificaciones que la sucesora de Hidalgo, dio para intentar argumentar en pro de la adopción de esa inaudita medida, de revelar su desconocimiento en el rubro de políticas públicas en materia de seguridad universitaria, también puso de manifiesto que no calculó la inversión que se requiere para llevar a cabo una contratación de esas magnitudes pecunarias.
Se sirvió de datos incorrectos. Dijo que en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo se contaba con sólo 19 elementos para realizar la tarea de seguridad intra muros en el Campus de CU, sin contar las otras dependencias y facultades.
Lo cierto es que en la plantilla de personal de la UMSNH cuenta con más de un centenar de trabajadores con la categoría laboral de velador o vigilante o que, sin contar formalmente con esa calidad, si desempeñaban funciones de esa naturaleza en la universidad Michoacana, sólo que, por instrucciones del anterior Rector, Raúl Cárdenas Navarro, ese estado de fuerza fue totalmente desmantelado.
Veladores y vigilantes fueron convertidos en barrenderos y jardineros, desaprovechando su mediana capacitación y experiencia en el área.
En el rectorado pasado, siendo jefe de seguridad Pablo Israel Calderón, un inexperto policía razo, se permitió-y sigue tolerando-la inoperancia de varias áreas estratégicas para la seguridad como las casetas de ingreso-egreso en CU, las cámaras de vigilancia y el regalar siete caninos adiestrados en materia de seguridad, para ahora, irónicamente, adoptar perros sin entrenamiento alguno que fueron entregados a sendos manejadores, quienes tampoco tienen la mínima noción de lo que es la estrategia de protección con binomios K9.
La actual administración universitaria, en su afán por determinar la mejor alternativa para la protección de los nicolaítas, desdeñó avances existentes. Ignoró el programa Integral de Seguridad Universitaria “PISU” que operó con visibles resultados.
Ávila González, lejos de reconocer sus desatinos en el tema de seguridad, y sin pudor alguno ante su actuar como una funcionaria más del séquito gubernamental, optó por una estrategia simplista y reactiva, pero vacía de fondo para combatir la inseguridad en los campus universitarios:
Cometió lo que seguramente será su más grande error histórico: llevar a cabo en la escuela preparatoria número 2 “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio”, el martes 16 de mayo con la presencia de miembros del Ejército Mexicano, la Fiscalía del Estado de Michoacán, Policía de Morelia, Guardia Civil, apoyados por la Unidad Canina K-9 de la Fiscalía Estatal, un “operativo sorpresa” en el que se revisaron mochilas a los estudiantes, una opción por cierto ya clasificada por la CNDH como violatoria de derechos humanos.
La irrupción policiaca-militar al recinto universitario que debió significar un agravio histórico para la comunidad nicolaíta, no sólo fue un acto consentido, sino incluso justificado por la Rectora al decir-a través de un comunicado oficial de la UMSNH-que el operativo tuvo como propósito disuadir cualquier conducta que vaya en contra de la ley, advirtiendo, además, que fue el primero de otros más que se realizarán de manera aleatoria.
Fue el Fiscal General del Estado, Adrián López Solís, quien luego de reconocer que el “operativo” se llevó a solicitud de los propios profesores con el objetivo de detectar supuestas actividades de narcomenudeo en el interior del plantel, ubicado en el Centro Histórico de Morelia.
Al permitir y justificar el acceso de la fuerza pública a una sede universitaria, Yarabí Ávila, recibió una andanada de críticas. No obstante, en una nueva táctica política para defender su postura, la Rectora consiguió que el Consejo Universitario, en sesión de 26 de mayo, le otorgara su voto de confianza y apoyo institucional contundente a su política de seguridad universitaria.
Luego, el 20 de junio, el Consejo Universitario creación de la Comisión Especial de Seguridad Universitaria, integrada por Carlos León Patiño del Instituto de Investigación en Metalurgia y Materiales, Igor Cerda Farías, de la Facultad de Historia, así como por los estudiantes Yaritzi García y Miguel Ángel López de las preparatorias “Pascual Ortiz Rubio” y “José María Morelos y Pavón”.
Después, el 15 de junio, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la FGEM firmaron un convenio de colaboración en materia de seguridad institucional, para entrenar los binomios caninos.
“El hecho de que la Fiscalía nos acompañe en esa formación, en esta capacitación de nuestro personal significa que las familias también se sientan arropadas. Ustedes vienen a abonar a la paz en la “Casa de Hidalgo”.
La obsesión de Yarabí Ávila por militarizar la seguridad universitaria la ha llevado a organizar la conferencia “Difusión de la Cultura de la Seguridad Universitaria” a cargo del General Colchado, anunciando que la milicia capacitará y acompañará la protección universitaria.
Así, perdida en su laberinto de inseguridad, sin contar en su gabinete con expertos en la materia, desdeñando un avanzado trabajo realizado en otros rectorados y en ayuno de un diagnóstico y de políticas de protección universitaria, además, con prácticas francamente incongruentes en el rubro, Yarabí Ávila va de bandazo en bandazo teniendo sólo una seguridad aparente.
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