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Mérida, Yucatán, 25 de enero de 2024.- En medio de la controversia que rodea al proyecto del Tren Maya, ha surgido una preocupación creciente sobre el impacto ambiental en las míticas cavernas y cenotes de México. La construcción del ferrocarril de 1,500 kilómetros, destinado a conectar las principales atracciones turísticas en la península de Yucatán, ha revelado un lado oscuro con la utilización de pilotes de acero que perforan el subsuelo, amenazando así a estas maravillas naturales subterráneas.
Los pilotes de acero son elementos fundamentales en la infraestructura del Tren Maya, diseñados para proporcionar estabilidad y soporte a lo largo de la vía férrea. Sin embargo, su introducción en las zonas cercanas a las cavernas y cenotes ha generado inquietudes entre los defensores del medio ambiente y los expertos en conservación.
Las cavernas, hogar de formaciones geológicas únicas y especies adaptadas a entornos subterráneos, podrían sufrir daños irreparables debido a la perforación de estos pilotes. Además, los cenotes, pozos naturales de agua cristalina que desempeñan un papel crucial en el ecosistema local, también están en riesgo de contaminación y alteración.
Organizaciones ambientalistas y comunidades locales han expresado su preocupación por la falta de evaluaciones de impacto ambiental exhaustivas y transparentes antes de la implementación de esta infraestructura masiva. Aseguran que se necesitan medidas más rigurosas para garantizar la preservación de estas maravillas naturales, que no solo son patrimonio de México, sino también de la humanidad.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha sido instado a intervenir y supervisar de cerca las actividades de construcción en áreas sensibles desde el punto de vista ambiental. La sociedad civil exige una mayor participación en la toma de decisiones relacionadas con el Tren Maya y un diálogo abierto que considere las preocupaciones de aquellos que buscan proteger el rico patrimonio natural del país.
Mientras el gobierno continúa promoviendo el Tren Maya como un impulsor del desarrollo económico y turístico, la atención se centra cada vez más en encontrar un equilibrio entre el progreso y la preservación. La cuestión ambiental se ha convertido en un elemento crucial en el debate en torno al Tren Maya, destacando la importancia de abordar de manera responsable los desafíos ambientales asociados con proyectos de esta magnitud.